Economía Salvadoreña.
El BCIE prevé que la economía salvadoreña crecerá un 2.2%. La proyección del Gobierno es del 2.5%, pero analistas creen que apenas se alcanzará un avance de alrededor del 1% durante 2011.
Escrito por María José Saavedra
Sábado, 19 febrero 2011 00:00
“Se debe aplicar restricción en el gasto público, principalmente en los subsidios de gas y electricidad, que son los más caros para el país, pero no será suficiente. Sigue siendo imprescindible una reforma tributaria.”
Pablo Rodas Martini, economista jefe del BCIE
“El concepto fiscal puede prestarse a varios tipos de interpretaciones. Nosotros entendemos que todos los Estados deben tener dinero, pero que necesitan rendición de cuentas.”
Jorge José Daboub, presidente de la Cámara de Comercio
“Un pacto fical es un acuerdo en el que participan todos los sectores nacionales, que define los líneamientos básicos del manejo de las finanzas públicas.”
Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), comunicado de prensa
economias
Dentro del mapa regional, El Salvador vuelve a resaltar por su baja perspectiva de crecimiento económico para 2011. De acuerdo con las estimaciones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá un avance de entre el 1.2% y el 2.2% este año.
La cifra es similar a la proyectada oficialmente por el Gobierno. El Banco Central de Reserva (BCR) espera cerrar diciembre con un crecimiento del 2.5%. Esta misma proyección fue retomada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el reporte escrito por los analistas de la entidad que visitaron la semana pasada el país.
Pablo Rodas Martini, economista jefe del BCIE, dijo que El Salvador tiene la proyección más baja de crecimiento de toda Centroamérica, y que esto se debe al débil rendimiento de los principales motores de la economía: las exportaciones y la inversión doméstica y extranjera.
Esta receta, en opinión de Rodas, resulta fatal para una economía como la salvadoreña, a la que se le suma el ingrediente de ser altamente consumista.
El consumo del país supera el monto del PIB, y el 40% de sus importaciones son destinadas al consumo, una cifra que no se registran en ningún otro país centroamericano.
Y si se da una ojeada al otorgamiento de crédito del sistema financiero, el 53% se destina a consumo, al sumar préstamos para vivienda y de consumo.
“Aquí se presta más a los hogares a consumo que lo que se presta a las empresas, lo que es una aberración... hay PYMES que se quejan de que no les dan créditos y les ofrecen ampliar su línea de tarjeta de crédito”, lamentó.
En su exposición, organizada por la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (AmCham, en inglés), Rodas indicó que las variables de consumo del país “son muy fuertes”, y si de alguna manera pueden entenderse, más no justificarse, es por el flujo de remesas, que equivalen a cerca del 17% del PIB.
Agregó que, de no revertir la baja inversión doméstica que ronda el 13%, cuando su meta debería ser, por lo menos, el 20%, y la baja inversión extranjera que este año fue menor al 2% “pero que debería ser tres veces eso”, dijo Rodas.
Explicó que sectores como la industria y el sector textil son claves para impulsar la recuperación, pero que “El Salvador no ha logrado pasar de la maquila, que ya debería ser maquila electrónica”.
Poca esperanza
En opinión de analistas económicos como Roberto Rubio, director de la Fundación de Desarrollo Económico (FUNDE), y el consultor y empresario Luis Membreño, las estimaciones de crecimiento a las que se apega el Gobierno podrían no cumplirse.
Rubio explica que está cifra de 2.5% debe “estar en constante corrección”, debido a que la dependencia con la economía de Estados Unidos, las alzas en las principales materias primas como los granos básicos y el petróleo, con factores que no pueden controlarse y que pueden modificar el crecimiento.
Para Membreño, no hay duda de que la influencia internacional ayuda, pero hace hincapié en los efectos negativos de la “continua confrontación del Gobierno con el sector privado que afecta la inversión”, por lo que el crecimiento no sería superior al 1%.
Jorge Daboub, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), también es conservador en su proyección: “Nos encantaría crecer un 2.5%, pero consideramos que es un valor que puede ser difícil de alcanzar.”
El líder gremial cree que el crecimiento podría ser del 1.5%, y dice que se debe tomar en cuenta que los precios del petróleo han subido y podrían afectar a la inflación, llevándola entre un 5% a un 6%.
Jorge Arriaza, director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), por otra parte, considera que el incremento del precio de algunos productos puede beneficiar las exportaciones. “Con las alzas en los precios el café y el azúcar pueden salir beneficiados e incrementar las exportaciones”, explicó.
El economista jefe del BCIE manifestó que las alzas en los precios de otras materias primas afectará fuertemente al país por la importación de productos agrícolas.
76%
de lo que se exporta a Estados Unidos es producto de maquila.
2%
de lo que exporta Costa Rica hacia Estados Unidos corresponde a maquila.
0.7%
fue el crecimiento de El Salvador el año pasado, según cifras oficiales.
El Salvador y sus vecinos.
Estas son algunas de las diferencias y razones por las cuales la economía salvadoreña se mantiene en último lugar al compararse con sus países vecinos de Centroamérica, en el análisis del BCIE.
Las metas de crecimiento en el comercio exterior, según el Gobierno, para los siguientes años, son del 7% al 9%. El BCIE señala que es “una meta modesta” si lo que se pretende es lograr un crecimiento del 2.5% como al que le apunta el Estado.
Las exportaciones salvadoreñas hacia Estados Unidos son en un 76% de maquila; es decir, que $3 de $4 que se mandan a ese país son por productos de maquila, en su mayoría prendas con poco valor agregado. Este es un sector con potencial económico.
Para El Salvador, el incremento de las materias primas impactará más por ser un país con poca capacidad productiva. En la región, el país y República Dominicana son los únicos deficitarios. Los demás son superavitarios en carne, vegetales, cereales y otros.
Por se un país netamente importador de materias básicas, la inflación que estima el BCIE para el país oscila entre el 3.7% y el 4.4%. Una cifra mayor a la estimada por el Estado, pero no improbable, tomando en cuenta el precio del petróleo.
Publicado por: Emilia Cartagena
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